La
diversidad lingüística, indudablemente es una herramienta que se debe
aprovechar tanto en el ámbito social, político y educativo, pues relativamente,
es uno de los principales instrumentos que nos ayudan a entender un poco más
nuestra la diversidad sociocultural de nuestro país.
Es sabido que en México solemos
menospreciar a las personas que son diferentes en cuanto a su cultura,
ideología e incluso hasta en la manera en que hablan, pues lamentablemente
tendemos a juzgar sin conocer.
Uno de los principales ejemplos de
este tipo de actitudes hacia lo diferente, es la postura que la mayoría de las
personas toma ante la cultura indígena, pues suelen menospreciar a sus
hablantes justamente por no ser igual a los demás tanto en su manera de hablar,
pensar y vestir. Lo más lamentable de esta situación es que hasta en el ámbito
educativo se ven marcadas estas diferencias, pues la educación que reciben es
diferente al del resto de la sociedad puesto que no comparten la misma lengua.
Creo que deben de ser incluidos en
la sociedad, pues las personas indígenas forman parte importante de nuestra
cultura. Las diferencias socioculturales deben fungir como un factor positivo
para el cambio, y no ser vistas como algo malo y ‘despreciable’, pues aunque se
escuche mal, hay personas con un alto nivel de ignorancia, que piensan que no
merecen un trato igual al del resto de la población, sólo por ser diferentes.
La autora Patricia Ledesma
habla al respecto sobre este tema y nos dice que: “debemos reconocer que la
lengua indígena sigue experimentando una situación de lengua subordinada, con
menos status, en el sentido de que predomina en los espacios públicos
informales de comunicación: se usa en el hogar y en la comunidad, y es hasta
hoy que empieza a utilizarse en la escuela. Un posible resultado es que pueda
legitimarse la función pedagógica de la lengua indígena con o sin presencia de
la lengua española”.
Haciendo referencia a lo anterior,
puedo decir que efectivamente, hace falta un gran cambio que beneficie a la
lengua indígena, haciéndola parte importante de nuestra cultura y así mismo, de
nuestro sistema educativo; hace falta inclusión, respeto y sobre todo reformas que los tomen en cuenta y busquen el
cambio y el progreso.
La educación debe ser universal y
adaptarse a las diferencias étnicas y socioculturales del país. Es necesaria la
capacitación docente para afrontar y apoyar estas diferencias, de manera que
puedan brindar un servicio equitativo para todos los alumnos y de calidad.
Sin duda alguna hace falta un gran cambio en la
sociedad y en el sistema para que las cosas sean diferentes, pues no depende sólo de la implementación de
nuevos planes y programas, sino también de la preparación docente y su
adaptación ante la diversidad cultural y lingüística que hay y seguirá en
aumento dentro del aula.
Ensayo por: Elizabeth Arias
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